La receta que te presentamos a continuación es, para decirlo sin rodeos, ¡para chuparse los dedos de lo deliciosa que es!

Los tomates Monterosa confitados son un plato versátil, goloso y sabroso, ideal para picar si tienes gula, como aperitivo original que combina perfectamente con una copa de vino o bien como guarnición en otra receta.

Su sabor es muy intenso y dulce al estar cubiertos de almíbar, a la vez que especiado, por efecto de los clavos, que le dan ese toque especial y penetrante.

El secreto para preparar unos excelentes tomates confitados es conseguir que el exceso de agua se evapore por completo, pero sin dejar que se sequen. Para esto es importante elegir unos buenos tomates y no hay mejor elección que utilizar tomates Monterosa para esta receta.
Los que mejor se prestan a la preparación de este plato son los tomates bien maduros y que tengan un aspecto íntegro, sin golpes o roturas en su piel.

Raciones: 1 kilo
Tiempo: 1 hora + 12 de reposo
Dificultad: Media

Ingredientes:

• • • 1 kg de tomates maduros
    • 250 gr de azúcar moreno
    • 2 clavos de olor (especia)

* Dos tarros de boca ancha

Elaboración

Elegir tomates Monterosa limpios, maduros y sin golpes ni roturas.
Poner al fuego una olla con agua hirviendo. Al lado, un cuenco grande con agua fría.
Escaldar los tomates Monterosa durante un minuto escaso. Sacarlos con la espumadera y depositarlos en agua fría.
Desprender la piel de los tomates con cuidado para no estropear su aspecto.
Colocar los tomates en una olla antiadherente, intentando que no monten los unos con los otros.
Añadir los clavos (especia) y espolvorear con azúcar.
Tapar con un paño y dejar toda la noche.
A la mañana siguiente, poner la olla a fuego lento durante unos 30 minutos, dependiendo del tamaño de los tomates.
Mover a menudo sacudiendo la olla.
Apartar y envasar.
Cubrir los tomates envasados con el almíbar resultante.
Tapar y esterilizar al baño maría.